Porque 14 horas no son nada…

Bien es cierto que mucho tiempo no tengo para dedicar al corto así que se me acumulan los retrasos sobre retrasos.

También es muy cierto que con todo el material grabado ya podría hacer el corto sin quedar con nadie para nada (salvo para grabar a las protas).

Pero lo realmente cierto es que quiero terminarlo con la calidad que se merece el que será el último trabajo.

A veces todavía hay quien se sorprende al darse cuenta de que yo sigo trabajando hormiguita, hormiguita en este proyecto. Gente que piensa que aquellas grabaciones de hace un par de años quedaron en nada. Pero en absoluto.

En verdad (ya lo he contado) este proyecto estuvo durmiendo bastante más de un año debido a que no podía pasar sentado más de unos minutos y aquí hay que echar muchas horas para rascar unos segundos de imagen final. Entonces me vienen a la memoria frases del pelo de «esto no se va a terminar nunca» y otras por el estilo (recientemente escuchadas) y me entran muchas ganas de invitar a la gente a mi casa a  ver los cuadernos de bocetos, escaletas, ver la indecente cantidad de gigas dedicados a esto. Y horas… incontables. Un pequeño ejemplo ilustrativo (el enésimo, lo sé):

Plano de «el caballo» saliendo. El archivo de salida se llama C_PG_SigueCaballo. Tiene una duración final de 16 segundos.

Sólo en tiempo de render el ordenador va a estar ocupado 14 horas (a 2’30 minutos por frame, 25 frames por segundo). A eso hay que sumarle otras 14 horas anteriores del render provisional para cálculos de luces, físicas, movimientos…

Sumemos el tiempo de diseño del caballo y cómo se moverá. Del diseño del decorado. De la creación de texturas específicas (véase en este caso la puerta). Del público (al que hubo que grabar, retocar, editar, montar…) y del piloto (grabado hace un par de semanas y que por fin se estrena ). Y aún queda el montaje, sonido….

14-horas-de-render-compressor

En resumen. Cuando veáis (espero que algún día) este plano, pensad que detrás de él hay no menos de 14 días de trabajo con sus 8 horas diarias. Sólo para este plano. La escena del anfiteatro tiene unos cuantos muchos planos pues es una escena de acción (menos de los que me gustaría pero no da para más el tiempo).

Así que, resumiendo, sí, tardo mucho, pero es mucho es trabajo y muy poco en tiempo que le puedo dedicar.

La hemeroteca

A veces en lontananza aparecen sorpresas inesperadas… por ejemplo: justo cuando estoy diseñando la escena de los zombies aparece Bea y nos refresca la memoria con fotos colgadas en Facebook… y entre ellas había la siguiente entrada:

2016-01-29-18.07.08-compressor

El cementerio…..uuhhhhh

Muchas, muchas, muchas, muchas pero que muchas ganas tenía ya de empezar en serio con esto del cementerio.

Más o menos ya está abocetado cómo va a ser esta escena crucial y donde realmente se mide el corto. Si esta mini escena funciona, estoy completamente seguro de que todo funcionará sobre ruedas.

Por eso me parece la más importante y la que más ilusión me hace.

Además, gracias a esta escena surgió este corto. Eva quería hacer un corto con zombies y sus amigos y unos años después, parece, su pequeña petición será realidad.

 

cementerio-compressor

Para variar… los problemas

Pues no podía ser de otra forma, claro. Han aparecido los temidos problemas de sincronización. Y es que resulta que ahora el público parece estar excesivamente animados. Vamos, que parecen sacados de una película muda.

Eso es debido básicamente a que la velocidad de la animación de la composición de los personajes del público es un poco superior a la velocidad asiganada al vídeo. La primera parece que lleva un rate de 29fps y la segunda de 25fps… sin embargo en los primeros test todo parece correcto. Y ambos archivos llevan sincronía a 25fps.

Ummm ¿será un efecto óptico?. Puede que sí, pero habrá que solucionarlo o habrá cachondeo no por lo que toca sino por lo cutre que puede quedar.

Arriba podéis apreciar una nuevamente dónde se está fraguando realmente todo el invento. En una mesa de apenas metro sesenta (sí, la acabo de medir)